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29 de marzo de 2020

Tiempos para la reflexión

Hace mucho que no escribo, solo pienso...

Cascada del Pozo de los Aceites. Fuenteodra. Palencia
07 marzo 2020

Desde el pasado 14 de marzo el país vive en Estado de Alarma por la pandemia del coronavirus, o Covid-19. Una pandemia mundial causada por un virus que se propaga muy rápidamente y que está matando gente en todos los lugares del mundo.

La población tiene orden de confinamiento para tratar de paliar la propagación del virus. Bajo el lema "quédate en casa", solo están permitidos los desplazamientos estrictamente necesarios, básicamente comprar comida, ir al médico o a la farmacia  y al trabajo para los que presten servicios esenciales.

Cuando todo se acabe y la normalidad vuelva a nuestras vidas... ¿qué pasará?. ¿retomaremos nuestro camino, nuestras costumbres, trataremos de recuperar el tiempo perdido? , y seguramente olvidaremos lo que pasó, como si de un mal sueño se tratara.

Pero mientras dure...¿como se vive? ¿cómo expresar tanto sentimiento encontrado?

Sopeña. Cabuérniga. Cantabria
01 marzo 2020

Personalmente, me ha tocado vivir esto de dos maneras diferentes, como actor y como espectador. Por razones de salud he guardado ocho días de estricta confinación, entre las cuatro paredes de mi casa y desde hace otros ocho vivo a caballo entre el debido cumplimiento, como personal esencial, en horario laboral y la reclusión en el hogar, como todo ciudadano. el resto de las horas.

Veo y he visto muchas cosas. Miedo, dolor, preocupación, desamparo, necesidad, agotamiento, precariedad, solidaridad, gratitud...
Y también he visto otra cara. Egoísmo, protagonismo, inconsciencia, derroche, y lo que es peor: ratas de alcantarilla...

Como en toda batalla, hay dos escenarios: el de los que arriesgan su vida al frente, sin apenas medios ni recursos y el de los que al amparo de la seguridad de sus trincheras, enarbolan la bandera de héroes, ríen y festejan las victorias y se auto-victimizan haciendo suyo el esfuerzo, las carencias y la derrota de los primeros
El de los ciudadanos que se quedan en sus casas, prescindiendo de todo, incluso a veces de lo imprescindible, y el de los ciudadanos que se saltan todas las normas, los que se inventan cualquier excusa para salir a la calle, los que ponen en riesgo la salud de los demás...porque se creen más listos y el problema no va con ellos.

a los pies de la Peña Crespa o Molín de los Moros
Sierra de las Cuerres. Cantabria. 22 febrero 2020

Yo no sé en qué lado del campo de batalla me encuentro. Un día me desperté y me vi de repente en un campo de minas, con un pie en el detonador de algo que ya estaba a punto de estallar. Y estalló. Lo que funcionaba dejó de funcionar y quienes no conocían su funcionamiento tomaron el mando. A nivel personal, sin miedo al contagio pero con la preocupación de contagiar si lo cojo. A nivel laboral, entre la sorpresa y la decepción,  impotente en medio de un caos donde parece haber más interés en figurar que en solucionar. No dejo de pensar cada día, en lo absurdo que es todo, en la hipocresía y en la falsedad. En como, ante una situación de crisis, algunos han optado por la farándula, convirtiéndolo  todo en una fanática carrera hacia la popularidad. No dejo de preguntarme, ¿qué pasará cuando tengan que dejar la seguridad de las trincheras para combatir en primera línea de verdad?

Siento pena por la situación que se está viviendo en mi comunidad, y en mi país. Siento pena por los profesionales que lo están arriesgando todo por los demás, sin medios y siento vergüenza por los que llamándose a si mismos profesionales, solo velan por su propia seguridad. Sé que el miedo es libre, pero cada profesión tiene sus riesgos y debería mantener también su integridad.

Hoyo la Juntarnosa. Peñas del Miera. Cantabria
15 febreo 2020

Me pregunto si cuando todo pase, las buenas acciones, que las hay, se verán..  ya no digo recompensadas, pero sí al menos reconocidas, y no olvidadas.
Me pregunto si, cuando todo pase, volverán las ratas a sus alcantarillas. Si esconderán el rabo entre las piernas, si serán capaces de volver a su anonimato después de tantos minutos de gloria (no merecida).  O si, por el contrario, crecidas ante tanta oleada de heroísmo barato, extenderán su peste más allá de sus fronteras, haciendo aún más difícil la recuperación de una sociedad, de un país, que ya de por si, este maldito virus, dejará en una situación muy precaria.

Cuando todo acabe...habrá que reconstruir todo lo que hoy estamos dejando en un segundo plano.
Cuando todo acabe...habrá mucho que reflexionar sobre el comportamiento humano.

Yo no sé lo que haré cuando todo esto acabe....

Rozas. Soba. Cantabria
26 enero 2020

Un día todo cambió de repente, la amenaza del virus cambió nuestras vidas, nuestras costumbres, nuestra forma de pensar y actuar. Un bichito desconocido, muy pequeño, invisible al ojo humano y sin embargo capaz de movilizar al mundo entero y de cambiar incluso el curso de la naturaleza. 
Y yo me pregunto...¿qué es lo que de verdad importa?
Un día el virus se irá, pasará de largo tan silencioso como llegó. Y todos saldremos a la calle a reencontrarnos con nuestra vida anterior. O no...
Tal vez algunos aprendamos y otros no. Tal vez valoremos lo que no supimos valorar. Tal vez de nuestra antigua vida echemos cosas de menos o de más. Tal vez nos re-descubramos. 
Tal vez, lo que está ocurriendo no sea más que una oportunidad. Para reflexionar, para valorar.
¿Qué es lo que realmente nos importa? ¿qué tenemos? ¿qué nos falta? ¿qué o a quién necesitamos de verdad? ¿cuánto queremos recibir y cuánto seríamos capaces de dar?


Sardinero. Santander. Cantabria
05 enero 2020

Tal vez y solo tal vez....nada ni nadie sea tan importante de verdad.