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31 de agosto de 2020

Sin rumbo

 2020, el año que todos recordaremos por la pandemia, Covid-19, el confinamiento, la distancia social, las restricciones horarias y de movimiento, las mascarillas, la desenfrenada "desescalada" hacia una descabellada "nueva normalidad", la prevalencia de determinados intereses económicos sobre la salud, las aglomeraciones, la ponderación de un turismo rural mal llamado "activo" con el resultado de masificación de gente en las zonas rurales, en las playas, costas, ríos, montañas y demás espacios naturales abiertos.

Y los rebrotes, esos a los que sumamos o restamos importancia a conveniencia...

desde marzo...a punto de comenzar septiembre y sin un atisbo de lucidez al respecto

La Maruca. Santander. Cantabria
24 mayo 2020

Mi primer paseo desde el confinamiento. En solitario, volviendo tal vez a los orígenes de aquellos días en los que, mi cuerpo y mi mente, necesitaban de "aire", de soledad, de evadirse o de reencontrarse con mi propio yo. Un paseo por la costa, el sonido de las olas y el olor a mar.

Palombera. Cantabria
30 mayo 2020

Desactivado el estado de alarma, este era el primer fin de semana, desde marzo, en el que podíamos volver a la montaña, No sé...no me apetecía, resultaba todo tan "extraño". No sabía, no era capaz de retomar lo que se había quedado atrás, como congelado en el tiempo...Supe de la desaparición de Alejandro Mencía, un muchacho de Campoo de Suso que "desapareció en la niebla". Conozco a su tía y me enteré que se organizaban batidas de búsqueda por Palombera, lugar donde fue visto por última vez.
Me pareció que esto era lo mejor que podíamos hacer, lo que debíamos hacer. No hubiera podido pensar en otra cosa si hubiéramos ido a otro lugar. Una persona había desaparecido y nosotros podíamos al menos, intentar ayudar a encontrarla. A día de hoy sigue desaparecido.

Palombera. Cantabria
31 mayo 2020

Continuaba la búsqueda y fuimos de nuevo para unirnos a la batida. El pronóstico del tiempo era malo, se aproximaba una tormenta y cuando llegamos al puesto del mando nos dijeron que se suspendían todas las partidas de búsqueda a causa del mal tiempo. Nos pusimos en contacto con el responsable de los equipos para informarle de que nos quedaríamos por allí y buscaríamos por nuestra cuenta mientras el tiempo lo permitiera. Nos internamos en el bosque, recorrimos un barranco, anduvimos por senderos y no senderos por los que jamás nos hubiéramos aventurado. Siempre con la ventaja de estar ya de sobra acostumbrados a ese tipo de terreno por nuestras experiencias en ruta y de contar con un cierto conocimiento de la zona en que nos encontrábamos, sin riesgo de perdernos. Hacia las 15 horas, la tormenta avanzaba y amenazaba ya con desatarse del todo. Se suspendieron todas las búsquedas activas y se retiraron todos los efectivos. A partir del día siguiente se prohibieron los accesos de civiles a la zona mientras se llevaba a cabo la intervención de una unidad canina especial, y días después la búsqueda, infructuosa, quedó "oficialmente" desactivada. La familia sigue buscando.
No hay día que no pase por la zona y mire hacia arriba pensando si...tal vez, se hubiera podido hacer algo más....

Cubillo de Ebro. Valderredible. Cantabria
06 junio 2020

Y como era de esperar.... tanto tiempo confinados, viendo llegar la primavera y el buen tiempo solo a través de las ventanas, comenzamos a salir...y hace malo. Físicamente, tampoco estamos para grandes cosas, el cuerpo recuerda pero, estamos desentrenados. ¿Qué hacemos? pues un trocito del GR-99, por el sur, que no llueve. De Villanueva de la Nía a Bárcena de Ebro, pasando por Cubillo de Ebro y Otero del Monte. Con mascarilla, al pasar por cada núcleo habitado.
Me quedo con dos impresiones. Por un lado, la responsabilidad de los habitantes de estos lugares, pequeños pueblos en los que el vecindario, diseminado, no supera la veintena en la mayor parte de los casos, y todos, en sus tareas cotidianas, en la labor de los campos, conduciendo el tractor...todos, con mascarilla. Y por otro, los caminos, cómo la naturaleza recupera su espacio por derecho propio. Senderos antes bien marcados, aparecían ahora como si nadie los hubiera pisado, no en meses, sino en años, o más incluso, como si nunca hubieran existido.

"El Musgoso" Senda Mitológica del Monte Hozarco. Cicera.
Cantabria. 13 junio 2020

Otro día que hace malo. No me importa. No me siento con fuerzas para subir montañas. Tampoco me apetece visitar lugares ni pasear entre la gente o ir a comer a ningún restaurante.  El virus sigue ahí, campando a sus anchas, esperando a que salgamos. Después de tanta inactividad no se puede hacer de golpe muchos desniveles y la gente empieza a buscar lugares al aire libre para "hacer deporte". No es obligatoria la mascarilla en espacios al natural haciendo deporte. Va a ser complicado encontrar rutas sencillas donde poder estar seguro.
La Senda Mitológica del Monte Hozarco. Hace tiempo que tenía ganas de verlo. Conocía el monte, pero aun no había visto las figuras mitológicas que habían colocado, Me gustó, Me gusta la mitología y el efecto está muy logrado. Subimos al mirador de Santa Catalina, que también conocíamos y allí si que me entró un poco de "morriña", Ver las montañas, el desfiladero, La Peña Ventosa, el Agero, la Jontaniella, la Peña Llaneces y un montón de viejas conocidas...No llovía y empezaba a llenarse de gente, aprovechamos para meternos al otro lado del monte. Al Collado de Hozarco, que aun no conocíamos. El último tramo era como una selva al "estilo Indiana Jones", se notaba que hace mucho tiempo que nadie pasaba por allí. Una visión diferente del Desfiladero, y la ansiada tranquilidad, solos, sin nadie más alrededor. Llegamos al coche a tiempo, justo antes de que empezara a llover.

San Miguel de Aras. Voto. Cantabria
14 junio 2020

Sigo sin centrarme, sin saber si quiero o no quiero ir. Estrujando la cabeza, buscando lugares donde se pueda estar tranquilo, sin tanta gente. No me importa quedarme en casa. Me agobié durante el confinamiento. Viendo desde la ventana a la misma gente saliendo una y otra vez con cualquier excusa. Perros que sacaban mil veces a pasear, bolsas de basura que tiraban en el contenedor tres o cuatro calles más allá, filas y filas para entrar al supermercado a por nada...y el escopetazo de salida a las ocho de la tarde con el permiso de paseo de una hora de ocho a once, que se convertían en tres. El viejo chandal desempolvado y unas deportivas, mareas de gente saliendo a la calle a la vez, fingiendo hacer deporte cuando nunca anduvieron ni cuatro pasos por devoción. 
Sendero de la Muela Alta. Parecía algo nuevo, señalizado, sencillo y tranquilo. Todo un misterio descubrir paso a paso la subida por el Caburrao. Y cosas que se van aprendiendo... una vez que salimos del bosque entramos en terreno ya conocido, Mullir y Copete, o la Bolisa, o la Muela Alta, diferentes denominaciones para un mismo lugar. No subimos más de la Portilla, creímos que nos habíamos equivocado, dimos la vuelta, bajamos por otro lado y como tantas otras veces, al llegar abajo lo tuvimos claro: por donde fuimos,, por donde volvimos, por donde teníamos que haber vuelto y por donde podremos volver a ir en otra ocasión, aunque ya las conocíamos. Recordando, afianzando conocimientos y descubriendo como los caminos y los paisajes van cambiando.

Collado entre la Jontaniel y el pico Pelea. Liébana. Cantabria
20 junio 2020

Allende, la canal del Agero y...no sé, ya veremos. La idea era subir la canal e ir al Parijorcao o Pico Pelea. Hay tres muchachos subiendo al Agero, el pico de al lado de la canal. Estuvimos una vez, casi en la punta, también en la Fontaniella (o Cueto Agero o Jontaniel), la verdad es que siempre que subes te das cuenta que es como entrar en un mundo desconocido. A primera vista parece fácil seguir cualquier sendero, luego te das cuenta de lo fácil que es perderse en un laberinto de hoyas y lapiaces, 
Parece que el cuerpo va recuperándose de tanta inactividad, no costó tanto subir la canal, podemos seguir. Sabemos la dirección a tomar. No hay nadie y se nota que hace tiempo que nadie pasó por allí. Hemos visto unos jabalíes en un claro, no suelen dejarse ver desde tan cerca, habrá que tener cuidado entre la maleza, está muy alta y no me apetece darme de frente con uno como ya me pasó una vez por el Sestón...(menos mal que el bicho se asustó tanto como yo y corrimos en direcciones opuestas).
No llegamos al Parijorcao. Apareció la niebla y tocó tomar decisiones. Vemos el pico de la Fontaniella aparecer y desaparecer detrás de las nubes, deshacer el camino andado no es muy prudente, la niebla se ha metido también por debajo nuestro y si nos despistamos y cogemos el sendero equivocado podemos tener problemas. Lo mejor es subir hasta el alto, la colladina en la base de la Fontaniella,  y en cuanto la niebla nos deje ver que estamos donde queremos, bajar por el otro lado hasta el Collado Pelea. 
Da gusto cuando sabes lo que haces. Cuando lo conoces y puedes elegir, entre varias opciones, la más adecuada a cada circunstancia.

Socueva. Arredondo. Cantabria
21 junio 2020

Peñalavalle, el de la izquierda..., si..., no..., no sé.... Me cuesta arrancar. Al menos no parece que vaya a haber mucha gente, que es el objetivo principal. Echas a andar, un paso, luego otro paso y cuando te quieres dar cuenta ya está... la mente se libera, solo importa el momento, el camino, lo que ves lo que sientes. Nunca me había fijado en el camino desde aquí. Cuando estás subiendo, primero la pista, luego el bosque y después el sendero de piedras, no lo ves, gira y gira, da curvas y vueltas en zig-zag. Es ese collado, arriba del verde, la puerta... entre aquellas piedras. Detrás las cabañas y la pista hasta la entrada del lapiaz... Han cambiado algunas cosas desde la última vez, una portilla que no estaba, dos, ¿cómo se puede poner puertas a un camino comunal? el mismo tramo de barro por el que nunca se puede pasar y han cegado con alambre de espino la otra puerta del prau....hay un tramo de pista nuevo, justo donde te salías de la pista, han abierto un ramal...no entiendo, por un lado lo facilitan y por otro apenas se puede pasar...Tampoco subimos. La niebla que al comienzo estaba sobre el Mortillano y Rocías, avanzó hasta la cresta de Peñalavalle, no valía la peña seguir, anduvimos por las pistas hasta el comienzo de la bajada a Bustablado, volvimos al collado y nos sentamos a comer el bocata mirando la canal de Peña Rocías, esa que subimos dos veces y que cada vez que la vemos decimos "hay que estar locos"... pero la subimos.

Alto de los Valles. Sierra del Brezo. Montaña Palentina
27 junio 2020

Primera salida de la Comunidad coincidiendo con la salida del estado de Alarma. No por el deseo de salir, sino por huir del mal tiempo y buscar un poco de sol. Montaña fácil, desde el Alto la Varga, recorrer el cordal de la Sierra del Brezo hasta las inmediaciones de la Peña Redonda. Un lugar tranquilo, sin aglomeraciones. Un verdadero lujo, en tiempos tan complicados.
Se ha desatado el "furor" por los espacios abiertos. La gente huye de las ciudades como una escapatoria para no usar mascarilla, prolifera una indiscriminada campaña encaminada a atraer al turismo como sea, vendiendo los espacios naturales como seguros y "libres de virus". Y mis temores se van confirmando... adiós a la tranquilidad. Es impresionante ver como se va llenando todo, de coches, de gente, de ruido, ... y un doble virus se va expandiendo...

Alto del Caracol. San Roque de Riomiera. Cantabria
28 junio 2020

Sin rumbo, ni siquiera recuerdo por qué acabamos en el Caracol, seguramente la previsión del tiempo por aquella zona sería la mejor. Descartamos la pista del GR que va hacia los Picones de Sopeña, por no subir cuestas, y por aburrida, para los Picones es mejor empezar en La Concha. 
GR-74 La Sutía-Selaya, pero no entero, no me apetecía bajar y bajar para luego volver a subirlo todo. El caso es que primero subes, luego empiezas a bajar, un poco, otro poco... y pensando en que lo tienes que volver a subir, le das un giro a la ruta, sales de la pista, te metes por los senderos del ganado y creyendo que te vas a ahorrar la cuesta, lo que haces es "meterte en un fregáu". Lo bueno es que llegas al otro lado del Coto al que no querías subir y bajar. Lo malo es que al llegar al otro lado, te despistas y le subes por el otro lado. Error. Vuelta a bajar. 
Pero así es como se aprende, y si no fuera por esas pequeñas "meteduras de pata" que le dan "vidilla" a alguna de esas rutas pelín aburridas, no sería tan divertido, ni aprenderíamos tanto cuando las cosas se ponen mal.
Recuerdo que comimos en un alto rodeados de golondrinas. Vuelan rápido, se oía el viento silbar bajo sus alas en cada pasada que nos daban.
Y si, si que fuimos a Selaya, pero después, en el coche, que a mi no me apetecía andar más.

Jitu de Escarandi. Asturias
04 julio 2020

Creo que dejaré julio y agosto para otra entrada, porque aquí empieza otra etapa de este verano tan atípico, donde otros nuevos factores irán marcando el rumbo.
Quise irme, por primera vez, incluso ya antes de llegar al punto de inicio de la ruta, quise irme. Una locura, la cantidad de coches y de gente que vimos al pasar por Poncebos (lugar de inicio de la Ruta del Cares). Más de lo mismo a la entrada a los invernales del Texu (lugar de inicio a la Ruta al Refugio de Urriellu), y en Sotres... y el Jitu de Escarandi como jamás lo había visto. Personas, coches, bicis, y perros sueltos. Las vacas estaban como locas, y las cabras. Un cabrón (literal), hasta hizo el amago de embestirme. como nunca antes había pasado. Ruido, gritos, muchedumbre...
Subimos a los Grajales, y a partir de aquí se puede decir que volvimos a la montaña, pero de otra manera. Haciendo malabares para esquivar las aglomeraciones, con suerte a veces o cambiando los planes sobre la marcha en otras ocasiones. Huyendo de las más nombradas, saliendo de pista y de marcas, procurando no coincidir en los senderos más transitados.
Adaptándonos a las circunstancias de un verano loco que se acaba y no sin cierto temor a ese futuro incierto que está por llegar. 

Carlina acaulis. Picos de Europa
agosto 2020

Carlina: nombre genérico que cuenta la leyenda que le enseñaron los ángeles a Carlomagno como debía emplearla (refiriéndose a Carlina acaulis) contra la peste, y que así libró a sus huestes de ella; y la planta se nombró así en su honor.