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RUTAS: La Peñamellera (third round)

18 de noviembre de 2012

Todo dispuesto para el tercer ataque. No hay otro plan de ruta hasta que consigamos este objetivo. Se ha convertido en un reto. Vamos armados de un montón de papeles con las indicaciones de la ruta correcta y con toda la energía en positivo.
Amanece un día lluvioso, dan ganas de no ir, "a la tercera la vencida", dice el refrán..aunque no es menos cierto que el sabio refranero español tambien dice que "no hay dos sin tres". 
Nos arriesgamos, primer destino: Bores y si el tiempo empeora siempre podemos optar por el plan "B" y dejarlo para otro día.
No para de llover en todo el trayecto, parece que va a clarear pero a medida que nos acercamos el cielo se va poniendo peor. Llegamos a Bores, no para de llover. La montaña está ahi al lado detrás de una cortina de niebla. La peña se resiste nuevamente, la razón se impone y las condiciones atmosféricas no son las propicias. Ni una foto la echamos. Risas, un montón, no hay que desanimarse, ya sabemos donde aparcar el coche el próximo día.
Plan "B":  media vuelta, adiós a Bores y volvemos hacia Panes para coger la otra carretera y tomar rumbo a los lagos de Covadonga, los bocatas están en la mochila y no es cuestión de volverse para casa.

AS 114 - km 50
¿Qué es esto?: El final del recorrido
Ha debido de llover en tromba toda la noche. Bajan cascadas de agua por todas partes, incluso en zonas donde hace años que no se veían. Y argallo. Los torrentes de agua han hecho desprenderse varias rocas sobre la carretera. Esquivamos unas...y otras...y otras...
...y "caput"...algo no ha sonado bien por ahi abajo
Nos paramos un poco más adelante y ... boquete en el cárter...Plan "B": abortado. Momento preocupación, momento "no pasa nada" y ¿qué le vamos a hacer? habrá que buscar un plan "C".
Llamada a la grúa y a esperar .
Momento consuelo: la subida a Peñamellera ya estaba descartada, los lagos seguramente estarían nevados y la carretera estaría complicada, pasa un coche de mantenimiento de carreteras...lo paramos, toman nota del incidente, nos informan de los pasos a seguir y ...
...pues parece que no somos los únicos...
...un coche se para frente a nosotros, viene en dirección contraria a la nuestra, se han topado con el argayo y  han pinchado una rueda. Momento confraternización, los muchachos se dirigen de vuelta a Bilbao trás pasar el fin de semana, el estado de la carretera en ese tramo era aun peor, el coche es de segunda mano, recién comprado y nunca han cambiado una rueda. Ayudamos mientras viene nuestra grúa. Pero la llave de tuercas no aparece, o no es la adecuada. Les damos la información obtenida a través de los de mantenimiento y cuando llega la grúa el operario, trás cargar el coche averiado, saca la llave de tuercas y ayuda a cambiar la rueda.
Todo listo...solo falta esperar al taxi...
Plan "C", dos posibilidades: volver a Santander y coger otro coche, lo cual nos haría perder la mañana, o que el taxi nos deje en San Vicente de la Barquera para pasar el día y nos volvemos luego en autobús. 
Optamos por la segunda. Nos recoge el taxi, (debí de hacerle una foto), un Mercedes superequipado, cómodo, amplio y con masaje en los asientos delanteros, no está mal el cambio. Destino: San Vicente de la Barquera. Risas, animada charla con el taxista y mucho optimismo por delante...
San Vicente de la Barquera
No hay que achicarse, las cosas salen como salen y lo importante es afrontarlas con buen humor. Volvemos al inicio de nuestra andadura juntos, es la primera ruta que hicimos en común en febrero de este mismo año, desde entonces no hemos parado. Ya conocemos el camino, un paseito para abrir boca y el día se merece disfrutar de un buen cocido en el Velero (creo) como hicimos la vez anterior.
parece que ha dejado de llover..
damos un paseo..
hay marejada de fondo..
así de hermoso lucía después de comer...
Y...como era de esperar...
...el día tenía una ligera inclinación a cambiar nuestros planes...

NO HABÍA ASIENTOS LIBRES EN EL AUTOBÚS
Pasamos del plan "C" al plan "D". No hay billetes para el autobús de la tarde, hay que esperar tres horas al siguiente autobús que no vende en taquilla (y no sabemos si vendrá completo o con plazas libres) hay un apeadero de tren a tres kilómetros por el que pasará el tren...en tres horas...y es un maravilloso día lleno de sorpresas. La decepción y la risa al cincuenta por ciento. Afortunadamente, da gusto tener hijos mayores, llamada de teléfono y uno de los chicos vino en nuestro auxilio...unas partiditas al tute y unas buenas risas para amenizar la espera y por fin... "taxi, llévenos a Santander, por favor", en apenas hora y media nuestra aventura terminó. 

Ha sido un día inolvidable...pero...Peñamellera, de esta no te libras...en una semana...atacamos de nuevo!

Próximo round: Bores-Peñamellera (la definitiva)

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