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RUTAS: La Peñamellera (second round)

  Aqui estamos de nuevo dispuestos a conquistar la Peñamellera. Esta vez no vamos a perder tiempo desde Panes que son 7 Km. hasta Bores, vamos a intentarlo desde Mier que, según los bloggeros, en una hora y media se alcanza la peña.

 10 de noviembre de 2012

Mier. 
Dejamos el coche al lado de esta ermita. La Peñamellera nos espera detrás.

  El día amenaza lluvia, pero parece que aguantará. Hemos tenido un pequeño fallo, después de buscar en internet y leer todo lo que hemos encontrado, unos por otros, olvidamos llevar impresas las indicaciones de la ruta. No problem, despues de la inspección de reconocimiento de la vez anterior, el camino parece estar muy claro. Hay que seguir la pista hasta un collado, cruzar el prado y llegar a la base. Tirar a la derecha buscando la horcadura y "pa'rriba".

Nuestro objetivo: La Peñamellera

Vamos ganando altura y atrás dejamos Mier, con estas vistas del pueblo a ambas orillas del río Cares y el Forcau del Cuerno (bonita montaña)

el Forcau del Cuerno (atrae la mirada)

 Comienza a llover pero la pista es fácil y cómoda. Se va notando el ascenso y todo indica que vamos por el camino correcto. Protegidos con los chubasqueros pronto llegaremos a la base. Vemos la montaña de las antenas, ahora si, no como la otra vez, esa montaña debe quedar a nuestra derecha.

a nuestra derecha, Huerto Collau o Canto Minarete

y a nuestra izquierda, la Peñamellera

 Cruzamos el prado, atravesamos el pinar y es el momento de acercarse a la base y buscar la horcadura por la que treparemos hasta alcanzar la cima.

Parece fácil, al alcance de la mano.

vistas a nuestra derecha, la de las antenas va quedando ahi abajo

...o quizá...no estaba tan alcance de la mano

miramos hacia la izquierda, de ahi venimos, Mier

arriba la Peñamellera...y los buitres...

a la derecha un bonito y pedregoso sendero...

abajo...la que nos vamos a dar como nos caigamos..

 Despues de atravesar el prado y subir como las cabras por un pedregal, hemos llegado a lo que creíamos la horcadura. De frente tenemos una pared vertical impracticable para nosotros. No hay agarres y la pendiente del terreno haría que un simple resbalón provocara una caída sin freno hasta abajo, con la consiguiente avalancha de piedras. Momento para reflexionar y sopesando el peligro decidimos que lo más sensato es volver sobre nuestros pasos. Es evidente que no hemos encontrado el camino correcto. No hay sendero, ni marcas, ni hitos y hemos trepado por un camino alternativo que no nos lleva al objetivo deseado.

Por aquí es imposible subir, somos senderistas,  no escaladores

la vistas no dejan de ser impresionantes

 Con mucha pena, no puedo dejar de mirar a mi alrededor y capturar esas imágenes tan espectaculares



quizá sea esta otra la subida correcta...pero no...

hemos encontrado un sendero, vamos a asomarnos hasta ahí...

Ya tenemos claro que el camino elegido ha sido el equivocado. Comienza a llover otra vez. Hemos visto una cueva que parece accesible y nos encaminamos a ella para descansar y comer los bocatas antes de bajar. La cueva resulta ser un lugar bastante cómodo y con unas maravillosas vistas, un restaurante de lujo al alcance de muy pocos y nosotros formamos parte de esos privilegiados. Con el Cares y Mier a nuestros pies. El Forcau del Cuerno y la sierra del Cuera al fondo y disfrutando del maravilloso espectáculo del vuelo de los buitres, remontándose desde el valle hasta lo más alto, sobre nuestras cabezas y por encima de la tan bella y atrayente como condenada Peñamellera..






La cueva 

  Despues de la comida y unas risas, es el momento de comenzar a bajar, la tarea no va a ser fácil. Vuelve a llover y el terreno está resbaladizo, nos hemos desviado hacia la izquierda por la base de la montaña y ahora debemos bajar hacia la derecha para encontrar el único paso entre los pinos que separan el pedregal del tan ansiado ahora prado verde y liso que nos conducirá de nuevo a la pista por la que ascendimos por la mañana. Aun queda la vuelta hasta Mier y no queremos que nos coja la noche por el camino.
  Nuestra mirada atenta siempre a cada paso para evitar una caida lamentable, no dejará de volverse continuamente hacia esa condenada pica que tanto nos atrae y que se nos resiste. Sorprendidos a cada tramo de avistar los lugares que antes hemos pisado. Estamos locos, pero la alegría y el buen humor no deja de acompañarnos en toda la bajada. Hay que repetir, la próxima vez venimos con mapa de ruta. 

una pequeña muestra de la alfombra de piedras que lleva a la cueva
a salvo, en el ansiado prado
hacia allá, Bores y Panes
en línea prácticamente recta; el primer acercamiento de esta mañana
en el medio, cerca de la mancha rojiza, la cueva donde comimos
aun nos queda camino hasta Mier
ahi te quedas otra vez...
el museo del automóvil..
alguien está hoy...de cuerno torcido...
preciosa...e inofesinva...parece tan sencilla...
estamos llegando a Mier
Mier
Hemos visto la montaña desde todos los puntos de vista, parecen montañas diferentes, es increible cómo cambia segun desde el punto desde el que la mires. En la otra cara, la peña es una roca vertical de más de 600 metros de altura, desde este lado apenas parece unas inofensivas rocas sobre lo alto. Hemos tocado sus paredes, verticales e inaccesibles y la hemos rodeado en buena parte por su base. Vamos a verlo un poco más de cerca
ni qué decir tiene..que ésta es una de las caras inaccesibles de esta preciosa montañita...
por hoy nos vamos...pero volveremos

Y hasta aqui el segundo intento, un día lleno de aventura, diversión y de peligro, esta inocente montañita aun se reserva más sorpresas que nos descubrirá en nuestra próxima intentona. Se convirtió en un reto. Objetivo: otro ataque a la peña, bien armados de instrucciones y plano para encontrar el sendero correcto. Esta vez sin pérdidas de tiempo, desde el punto más cercano.
pero antes de la bien ganada cervecita en Panes....una pasada de ida y vuelta por el puente colgante para destensar....

Próximo round: Bores-Peñamellera


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