Claro que me lo pregunto. Muchas veces. Y todas ellas la respuesta viene sola. Sencilla. Clara. Tajante.
Por mi.
El eucaliptal
Monte Barbecha. Cabezón de la Sal. Cantabria
08 febrero 2025
Barro, mucho barro y una pista que se corta de repente debido a la tala del bosque. Hemos subido por senderos embarrados entre eucaliptos desde Cabrojo, esperando llegar pronto al collado y a una pista superior más cómoda. Buscábamos "unas piedras", yacimientos rupestres (qué le vamos a hacer, me gustan esas cosas). Lo primero que encontramos fue un cazador en su puesto. La batida estaba hacia la izquierda y nosotros íbamos hacia la derecha, así que continuamos. Pero eso ya... significaba peligro. Nos equivocamos de sendero y nos pasamos el primer objetivo. Daba igual, no valía la pena volver hacia atrás. La caza...
Cueva de la Barbecha
08 febrero 2025
La cueva nos alegró el día. Parece que nos habíamos alejado de la zona de caza y aquí arriba los senderos estaban limpios. Premio de consolación, tal vez ahora podríamos seguir buscando los otros yacimientos. Hasta que llegamos de nuevo al eucaliptal. La pista se internaba otra vez en el bosque y oímos al jabalí. Muy cerca. Más lejos. Cerca... Apresuramos el paso y oímos ladrar a un perro. Nada más peligroso que una bestia que se siente acosada... Miedo.
Y de repente la amplia pista se corta. Todo son ramas, barro, rodadas de maquinaria pesada, ni rastro de la continuación de la pista, volvemos a oír cerca al jabalí...y al perro. Confusión.
Monte la Barbecha
08 febrero 2025
No sé qué temíamos más, si que el jabalí apareciera huyendo y nos embistiera o que los ladridos del perro fueran la señal de "presa localizada" y acabáramos siendo el blanco de los cazadores. Sin camino, sin saber para donde tirar, y haciendo equilibrios entre las ramas, los troncos y el barrizal.
Pasado el momento pánico, comprendimos que el jabalí se había alejado y que el perro no se nos iba a separar porque estaba tan perdido y asustado como nosotros. Ahora teníamos un nuevo compañero de ruta. Los objetivos iniciales pasaron a segundo plano y ahora los que tocaba era centrarnos en la búsqueda de la pista. Salir de todo ese desastre antiecológico y una vez a salvo tratar de contactar con los dueños de nuestro amigo el improvisado.
Fue un auténtico martirio salir de aquel caos, pero encontramos de nuevo la pista. Mas adelante, poco antes de bajar a La Busta, cuando nuestra preocupación mayor era qué hacer con el perro (llamábamos a los dos teléfonos que llevaba en el collar, pero nadie contestaba), oímos voces... "chico, parece que alguien te busca..." Y así era. Problema resuelto. Había un cazador buscándolo y encantados de la vida se lo entregamos. (Yo diría que el condenado perro hasta me sonrió y farfulló una especie de ladrido que a mi me sonó a un "gracias").
¿Una ruta estropeada?
NO. Para nada.
La sensación de haber hecho algo. De haber servido para algo. De haber sabido superar las dificultades. De obtener una recompensa. Haber ayudado al pobre animal perdido a encontrar a su amo.
No me llevé nada de lo que buscaba... ¿o si?
Y además...
Cueva de la Barbecha
08 febrero 2025
Yo vi una cierva en esa cueva...
Miro y remiro todas las fotos que hice dentro de esa cueva y no la veo. Salí con dolor de cuello de tanto mirar al techo. Igual no la había...mi imaginación es grande... Pero, cuando estaba allí, yo la vi.
El hayedo
Mota de Cetín. Entre los concejos de Ponga y Piloña. Asturias
16 febrero 2025
Barro. Si creí que lo del eucaliptal había sido barro... Todo es según con qué lo compares.
Elegimos esta ruta porque había llovido y donde pensábamos ir estaría muy embarrado y esta nos pareció que sería más cómoda. Error. En mi vida me había llenado tanto de barro.
Se podría decir que hubo tres partes: la pista, muy cómoda-el hayedo, de barro hasta las orejas-y el "cresteo" que ya...
Esto sí que fue un calvario. Al llegar al primer collado se acaba la pista. Hay que atravesar todo el hayedo por la base de la primera hasta llegar al collado que la separa de la del fondo (la Mota de Cetín). El sendero es estrecho, barro hasta las orejas y árboles caídos que tenemos que sortear por encima o por debajo, según se tercie, entre auténticas charcas de barro. Si fuera poco, es lineal, hay que volver por el mismo sitio, y cuando bajamos de la Mota se puso a llover... para facilitar la odisea.
Mota de Cetín. Asturias
16 febrero 2025
Si parecía que al salir del hayedo ya estaba todo superado...Error. Lo que vemos como un prado verde fácil de andar, es un prado completamente encharcado, con pequeños riachuelos que hay que cruzar, donde se escucha el "chof-chof" de las botas al pisar. El lado bueno es que se limpiaron las botas...aunque no los pantalones...y había que subir aquello. Primero un sendero, luego la canal y después eso que quien subió el track llamaba "cresteo" y que yo, cuando tengo que usar pies y manos para avanzar, lo llamo "trepar".
Creo que si no me di la media vuelta es porque acababa de salir del barro del hayedo y lo que menos me apetecía era volver a entrar.
Es ese momento en que te dices: "¿qué hago yo aquí?"
Mota de Cetín
16 febrero 2025
¿En qué pensabas? en nada. En el camino, en lo que haces, en cómo superar cada obstáculo. En cada paso, en cada logro. En tender tu mano para ayudar y en ayudarte de la mano que te tienden. En mirar hacia delante y hacia atrás. En lo que has hecho y lo que te queda por hacer.
Saber que quieres y que puedes. Que con tu esfuerzo has alcanzado tu recompensa sin que nada ni nadie te lo arrebate ni te haga sentir que no lo mereces.
pista hacia el Collado de Moandi
16 febrero 2025
Al regresar sientes que el peso que llevabas al subir se ha liberado. Miras tus botas, los pantalones, las manos y hasta tu cara... todo lleno de barro. Y te ríes. Te sientes feliz. Miras atrás y dices "lo hemos hecho", miras hacia delante y ves más montañas, más horizontes, más deseos de planear "¿cuál será la siguiente?"
Las Callejuelas
Boca sur del Túnel de la Engaña. Burgos
22 febrero 2025
Ese maldito cartel que siempre arruina los planes. Llegas al punto de partida, coges tu mochila, echas a andar, y... "Peligro. Batida de Jabalí". ¡No es posible ! Ok. De acuerdo. Vamos a pensar. No conocemos el terreno donde nos vamos a meter. No hay cobertura de internet y olvidamos bajar el track. Hay caza de jabalí. Es posible que los senderos transiten por bosque. Está todo empapado y seguramente habrá barro. ¿Otra vez?. No. Demasiados factores en contra. Nos fuimos. Al Plan B. Al Bedón. Ese de las antenas que vemos siempre cuando pasamos cerca de Espinosa de los Monteros y aún no lo conocíamos. Buena elección. Volveremos mañana, que no habrá caza y dicen que va a hacer buen tiempo.
Las Callejuelas de la Engaña
23 febrero 2025
Y volvimos. Toda una sorpresa. Cuando llegas a la boca del túnel piensas que detrás solo hay bosque y montaña (o esa era la idea que nosotros nos habíamos hecho). Y esa pista a la derecha, que cuando vas a ver el túnel ni la ves porque no es tu objetivo. Ahí empieza la ruta. La pista es ancha y cómoda, llegamos hasta un área recreativa, cruzamos el puente y seguimos por otra pista, también amplia, que se interna en el bosque. Nuestro objetivo: conocer un paraje llamado "Las Callejuelas". La ruta continúa hasta la cima del Cotero, pero ese para nosotros es secundario porque ya lo conocemos, aún así haremos la circular y subir hasta arriba o no, ya lo decidiremos.
subiendo por la pista desde La Engaña
23 febrero 2025
Este es ese otro pequeño mundo que se esconde por detrás de la Engaña. Luego regresaremos por esa otra pista que se ve abajo. Allí, al fondo, empiezan a asomar los montes del Valnera y cuando estemos arriba veremos también la Porracolina. Qué maravilla poder ver y reconocer todas esas montañas... son como los faros. Cuando las conoces, ellas te sirven de guía, estés donde estés nunca estarás perdido porque entre unas y otras puedes trazar el punto exacto donde te encuentras y saber a dónde ir.
Hay un punto cerca de unas cabañas donde se abandona la pista principal para subir por senderos más estrechos. Los expertos en "perderse", cono nosotros, se pasan el desvío y cuando se acaba la pista se dan cuenta que hay que volver atrás para encontrarlo... No importa.
Entrada a Las Callejuelas
23 febrero 2025
Se hizo desear. La verdad es que yo creí que estaban más abajo y ya temía habérnoslas pasado. Esa es la entrada, por debajo del tejo. Visto así no parece gran cosa. Si no supieras que están ahí, podrías pasar de largo sin verlas. No tengo palabras para describir la sorpresa que te llevas al entrar. Esas impresionantes moles de piedra como cortadas a cuchillo, una junto a otra, con estrechos pasadizos entre ellas. Todo un laberinto que recorrer y admirar. Me pregunto si la naturaleza por sí sola las formó o si hubo un tiempo, para nosotros desconocido, en que alguien las talló y las colocó de aquella manera por alguna razón...
(cosas mías... siempre he sentido una especial atracción por las piedras)
Pero seguimos... que hoy esto va de los ¿por qué...?
Dejamos atrás las callejuelas y seguimos subiendo el sendero monte arriba. Hasta que el camino se complica...
bajo El Cotero
23 febrero 2025
Hemos decidido no subir al Cotero y atravesar los senderos por debajo de él hasta enlazar con las pistas que nos llevarán primero a la plataforma petrolífera y después a la otra pista que cerrará el círculo en el área recreativa de la Engaña. ¿Por qué me acabaré siempre metiendo en estos fregaus? Lo conozco, nunca había estado en este lugar, pero me conozco de sobra este tipo de terreno. ¡Y hay que atravesarlo entero! Mil senderos de ganado que se pierden y se cruzan entre el brezo, riachuelos, pequeños barrancos que no ves hasta que llegas y hay que salvar como puedas, charcas de agua donde si no pisas con cuidado metes el pie hasta el tobillo... ¿quién me mandaría a mi...?
El Cotero
23 febrero 2025
¿Por qué? Porque si. Porque no tienes nada que demostrar a nadie, solo a ti. Porque puedes, porque vales, porque quieres. Porque eres tu y sólo tu, quien se esfuerza, quien se supera, quien logra sus objetivos y recibe su merecido premio. ¿Puede haber una razón mayor? ¿Hay algún otro lugar en la vida donde esto pueda ocurrir?
¿Por qué luchamos día tras día? ¿Por qué nos clavamos espinas invisibles los unos a los otros que duelen más que los espinos del campo? ¿Y qué recibimos a cambio?
plataforma petrolífera
23 febrero 2025
Hemos llegado a la plataforma. Soy feliz. Inmensamente feliz. Ahora solo queda bajar la cómoda pista que nos llevará de regreso hasta el coche. Si todo fuera fácil, no me sentiría así. El placer de mirar atrás es inmenso. El valor de lo no valorado. El esfuerzo, la superación. La consecución.
¿A quién le importa? A mi. Querer, desear, poder y hacer. En ese orden. ¿Para qué? Para mañana volver a empezar.
Las Callejuelas
23 febrero 2025
El tejo, el roble, el acebo, las hayas... guardianes de un paraje mágico hecho de piedra.
¿por qué?
Porque me siento libre. Porque cada paso es una enseñanza.
Porque cada esfuerzo es una superación.
Y sobre todo...
Porque esto no depende de la voluntad o el capricho de nadie.
Sólo de mi.
Ningún sufrimiento es en vano si el resultado es un instante feliz.