Variedad

¿Cómo resumir cuatro días en un instante?

Variedad.

Diferentes paisajes, sensaciones, experiencias, recuerdos...

Los lapiaces de Peña Blanca (Asturias). "Ni la derecha, ni la izquierda, por el camín parriba.." Y como tomamos la derecha para luego rectificar hasta encontrar la portilla. O que viéramos la cruz sobre la montaña de la derecha y despues de bajar y subir ahora estuviera a nuestra izquierda. "No, no hay ninguna hoya", decían los de arriba...pues menos mal que en la otra vida debí ser cabra...porque no había una, había dos...Se me pasó el tiempo volando...

Una para relajar, un paseo de la Brenes al pico del Cuervo y cumbrear por la peña, hasta el borde de aquella piedra. Subiendo y bajando. Sentarnos apoyados en el vértice geodésico y extender los planos. Repasar con la vista las montañas, recordar recorridos anteriores por esa línea ahora en el horizonte. Señalar y nombrar cada lugar. Divagar sobre las causas que pudieron tumbar esa antena...y lo mejor...pararnos frente a ese grupo de venados que no se echó a correr. Mirarlos en la distancia de la misma manera que ellos nos miraban...y volver a encontrarlos a la vuelta, el mismo saludo, la misma observación mutua...Un relax a la caminata del día anterior...

A Bárcena pasando por Reinosa. Un giro completo a la idea inicial...Ni Lanchares, ni los Puertos de Fuentes, esa impresionante turné por el puerto de Palombera, esas moles congeladas amenazando caer al camino, las vallas tumbadas por el peso de la nieve, el tramo de niebla...hasta Bárcena Mayor. Bueno...si no se puede desde arriba, repetimos por abajo...hasta el pozo La Arbencia. Recordando detalles casi olvidados de una ruta anterior. Ese viejo tronco de castaño con mil formas y duendes, el tejo singular, los puentes, el bosque. Aquellos lugares en que nos paramos la otra vez, dónde comimos, con quien nos cruzamos, si era verano o invierno, y como nuestra experiencia ha crecido. Qué diferente de la primera vez...

Y qué decir de la cuarta..."No me gusta". Monótona, aburrida, todo carretera, el paisaje soso...Así empezó, no sé si culpa de los perros, del cuerpo que va sumando cansancio acumulado, ...o de que yo realmente no me encontraba bien...Hasta que asomó el pico del Cuernón, Peña Sagra nevada, al fondo,...el paisaje cambió...costar, costaba, esas cuestas tan empinadas, sube y sube ahora ya por pista...y el frío en la Venta de Los Lobos. el sudor se quedaba helado...mejor seguir...

Y en buena hora, porque todo cambió. 

La vista de ese camino cubierto aun por la nieve, la inclinación, el puntillo de emoción que le faltaba a la ruta, algo diferente que no fuera solo andar y andar...Divertido y reconfortante.

Y una vez en el Collado...darnos cuenta que asi, como a lo tonto, a nuestra derecha se alzaba la Braña de los Tejos, a tan solo unos pasos. No era esa la idea, pero..., desperdiciar la ocasión de un día claro con vistas...La primera vez que subimos, desde Lebeña, la única que llegamos, solo había niebla a nuestro alrededor. La segunda, desde Cicera, la nieve impidió continuar el camino antes de ver siquiera el segundo refugio...Arriba, ese era el momento.

Espectacular. Increibles vistas y la satisfacción de mirar a nuestro alrededor reconociendo todas esas cimas ya pisadas y las que quedaron a puertas, por poco, y que cuando el tiempo lo permita trataremos de culminar.

Y el atajo....mi salvación...campo a través, librando esas interminables curvas que ya empezaba a sufrir otra vez...solo de pensar.

Aqui tienes mi resumen...

variedad

y mil cosas más que nos quedan por contar...

for you..