Cosas que se le escapan a mi precario entender...
Sierra de Híjar, estribaciones de Cuesta Labra
08 octubre 2016
Comenzamos a andar, al poco, el aire traía un ligero olor a quemado...
Más adelante lo vimos, algunas zonas estaban quemadas, a parches. áreas más o menos grandes, algunas a ambos lados del camino. Matojos, principalmente argoma y escoba, nada importante.
Seguimos, más arriba, a media-alta ladera, más zona quemada.
Curioso, esta vez llamó un poco más nuestra atención, qué listo es el fuego...y qué respetuoso, la zona quemada estaba íntegramente dentro del vallado, no quiso salirse ni un metro fuera de la zona delimitada...por alambre de espino. Curiosa barrera.
Seguimos, hablamos del tema. Por el olor y el color, parecía bastante reciente.
No hay peligro. Está apagado. Ni siquiera humean los rescoldos.
Hay nieblas bajas, la helada de la noche y la humedad de las nieblas matinales habrán cumplido su función terminando de extinguir el fuego.
Seguimos, ahora entre zona verde, sin más rastro de ese fuego. Nos olvidamos.
Caminamos por una pista que asciende suavemente, rodeando el monte, la sierra, hasta llegar al otro extremo donde ahora ya por la cresta, giramos y cambiamos de sentido, de vuelta hacia el lugar de origen, solo que más arriba.
Y de nuevo tropezamos con más zonas quemadas. Se ha levantado algo la niebla y comienza a soplar un poco de aire que nos trae de nuevo ese olor a quemado....
Es entonces cuando pienso...
Sierra de Híjar, estribaciones de Cuesta Labra
08 octubre 2016
Caminamos entre los restos carbonizados, los senderos aparecen más marcados, el fuego saltó de un lado a otro, respetándolos. Estamos sobre los mil ochocientos metros de altura, a un lado, las grandes piedras de la cima, con los cortados al otro lado por los que no se puede pasar. Estos senderos entre la argoma, son el único paso viable donde no habría más peligro que rodar algunos metros sobre la argoma. Aún huele a quemado. Y si ...
Por un momento, un pensamiento cruza por mi mente...y si la niebla no hubiera humedecido la tierra...y si por la mañana hubiéramos pasado cerca de alguna brasa donde el fuego aún estuviera latente...y si el aire que salió por la tarde hubiera avivado ese fuego....
Ahora estaríamos en medio de una trampa mortal, entre el fuego y el abismo...
08 octubre 2016
Comenzamos a andar, al poco, el aire traía un ligero olor a quemado...
Más adelante lo vimos, algunas zonas estaban quemadas, a parches. áreas más o menos grandes, algunas a ambos lados del camino. Matojos, principalmente argoma y escoba, nada importante.
Seguimos, más arriba, a media-alta ladera, más zona quemada.
Curioso, esta vez llamó un poco más nuestra atención, qué listo es el fuego...y qué respetuoso, la zona quemada estaba íntegramente dentro del vallado, no quiso salirse ni un metro fuera de la zona delimitada...por alambre de espino. Curiosa barrera.
Seguimos, hablamos del tema. Por el olor y el color, parecía bastante reciente.
No hay peligro. Está apagado. Ni siquiera humean los rescoldos.
Hay nieblas bajas, la helada de la noche y la humedad de las nieblas matinales habrán cumplido su función terminando de extinguir el fuego.
Seguimos, ahora entre zona verde, sin más rastro de ese fuego. Nos olvidamos.
Caminamos por una pista que asciende suavemente, rodeando el monte, la sierra, hasta llegar al otro extremo donde ahora ya por la cresta, giramos y cambiamos de sentido, de vuelta hacia el lugar de origen, solo que más arriba.
Y de nuevo tropezamos con más zonas quemadas. Se ha levantado algo la niebla y comienza a soplar un poco de aire que nos trae de nuevo ese olor a quemado....
Es entonces cuando pienso...
08 octubre 2016
Caminamos entre los restos carbonizados, los senderos aparecen más marcados, el fuego saltó de un lado a otro, respetándolos. Estamos sobre los mil ochocientos metros de altura, a un lado, las grandes piedras de la cima, con los cortados al otro lado por los que no se puede pasar. Estos senderos entre la argoma, son el único paso viable donde no habría más peligro que rodar algunos metros sobre la argoma. Aún huele a quemado. Y si ...
Por un momento, un pensamiento cruza por mi mente...y si la niebla no hubiera humedecido la tierra...y si por la mañana hubiéramos pasado cerca de alguna brasa donde el fuego aún estuviera latente...y si el aire que salió por la tarde hubiera avivado ese fuego....
Ahora estaríamos en medio de una trampa mortal, entre el fuego y el abismo...
08 octubre 2016
La quema de rastrojos es una práctica habitual para eliminar la mala hierba de los sembrados, la ceniza caída al suelo hace la tierra más permeable, favoreciendo el cultivo, siempre y cuando, la erosión de la tierra sea leve, pues de lo contrario se perdería materia orgánica que solo desencadenaría la desertización.
No lo entiendo....
No es zona de cultivo. aunque si zona de pasto. Rica en agua, a pesar de los fuertes contrastes de temperatura. En invierno todo esto estará nevado, en verano las aguas del deshielo lo seguirán alimentando.
Incendios fortuítos, ¿casuales? en otoño, ¿incendios parcheados que respetan los límites de un alambre de espino?
o tal vez quema de rastrojos, que se fué de las manos, sin más pérdida que algunos escajos, la huída precipitada de los pequeños animales que tienen allí su habitat y que posiblemente cumplen su papel importante dentro de un ecosistema que los temibles humanos aun no hemos llegado a comprender del todo....y ¿quién sabe...? de no ser por la helada y las nieblas....una terrible trampa mortal para cualquier caminante esporádico....
No hay comentarios:
Publicar un comentario