LA MAREA

Costa Quebrada. La Maruca. Santander

30 noviembre 2024

 

Sube y baja

incesante

arrastrando sus penas 

y sus alegrías

Callada

y a la vez tan bramante,

tan pronto se aleja

como vuelve a hacerme compañía

Costa Quebrada. La Maruca. Santander

30 noviembre 2024

y me habló de ti

y de mí

y de todas esas enseñanzas

que tu me dabas y yo guardaba

Costa Quebrada. La Maruca. Santander

30 noviembre 2024

Y cuando ya me iba

ocurrió...

viniste a mi de otra manera,

para enseñarme más si cabía...

¿Qué nos está pasando?

¿Cuándo y cómo nos hemos perdido?

Un pequeño paseo por la mañana. Me gusta el mar. Me gusta la costa. Las olas me traen recuerdos y alejan otros pesares... Tenía cosas que hacer y había que volver pronto, es por ello que no me entretuve demasiado como otras veces y acorté el paseo para que me diera tiempo.

Fue entonces cuando un pequeño gesto le dio la vuelta a mis planes. Algo tan normal y tan natural como un simple saludo, un "buenos días". Podía haber pasado de largo, como hacen tantos y tantos... ¿para qué saludar a un desconocido?

El caso es que saludé al pasar, como es de recibo, y el saludo fue devuelto. "Buen día para pasear..." "Pues sí, hoy da gusto..." y bla, bla, bla... bla, bla, bla... acabamos mirando al mar y charlando tranquilamente nada menos que una hora.

y se transformaron en palabras

los recuerdos que el mar me trajo de ti

y de mí

y de todas esas enseñanzas que tu me dabas

y yo guardaba...

Me contó cosas de la mar, me habló de lugares que yo también conocía y otros que no, de usos y costumbres que yo recordaba haber aprendido, y de personas, que aunque yo no conocía, me resultaron tan familiares como el olor del mar...

Y me di cuenta entonces, que realmente yo no tenía tanta prisa... que me daba tiempo a todo, que vamos por la vida tan "ocupados" que nos olvidamos de las pequeñas cosas. De lo enriquecedora que puede ser una pequeña charla. Que no cuesta nada pararse un momento a conversar, que el saludo es importante. 

Recuerdo que cuando pasaba alguien me decía: "ya verás como pasa de largo sin saludar, de cada diez que pasan, raro es si saluda uno..."

Y era verdad.