Vistas de página en total

18 de agosto de 2013

CAPRICHOS DEL DESTINO...

Hace tiempo aprendí lo caprichoso que puede ser el azar, que el tiempo no siempre tiene una medida exacta y que nada es bueno ni malo, simplemente es como es...ni siquiera como te lo quieras tomar.

Vagoneta abandonada, Casetón de Andara. 20 julio 2013

Allí quedó, abandonada al olvido. Reina entre las reinas. Vieja, rota, inservible, como despojo de una antigua minería, sustento de unos y explotación de otros. Realizando su labor, una y otra vez, hasta que dejó de ser útil.

Pero quiso el azar caprichoso, que esta pieza siguiera rindiendo, exprimirla hasta la saciedad. Es un icono, objeto incansable de la prueba de haber estado allí. Nadie se resiste a la tentación de capturarla con su cámara, está ahi para eso. Un monumento, una muestra de identidad, con su atractivo turístico (en este caso "rutístico" ya que hay que andar unos cuantos kilómetros a pie para alcanzar este lugar). No sería de extrañar que un día estuviera protegida por el BIC (Bien de Interés Cultural). Aquí nos acordamos de santa Bárbara cuando truena, y esta vagoneta ha tronado bastante.

Como las cosas, cada persona ha de cumplir una misión. No importa su valía o su transformación con el paso de los años, se es lo que se es, sin posibilidad alguna de evadirse. Servir para un fin. 

Seguramente hubo otras que desaparecieron o que duermen olvidadas en algún barranco, otras serían fundidas y reutilizadas o quizá trasladadas a otra mina en pleno fragor,..., pero ésta no, nueva o rota, allí se quedó. Su destino era sólo ese: ser útil, en cualquier momento, en cualquier lugar, sin capacidad para decidir cual era su ambición ni su valor.

"Observar es aprender, lecciones no escritas en ningún papel..."
Ella sola...no hubiera podido cambiar su destino.


No hay comentarios:

Publicar un comentario