Vistas de página en total

26 de diciembre de 2013

ABRAZADO AL OCASO...




atardecer en la Sierra de Hornijo, 21 diciembre 2013

Solo. Esperando un nuevo amanecer. 
Perdió sus hojas, se marchitó su esplendor. El frío congelará su tronco, no hay sol, no hay calor, no da ya una sombra para cobijar. 
Solo un nido vacío habita en sus ramas.
Permanece callado, triste, solo. No tintinean sus hojas, ni el viento murmulla al pasar.
Espera arraigado, resistiendo el embate del tiempo, aferrado a tierra en sus raices, queriendo y no pudiendo marchar.
Perderá algunas ramas, mudará su color, se abrirán viejas heridas que luego el sol curará.
Y ahí está, observando tu paso, tu lento caminar. Te has detenido un segundo a mirarlo, te sonríe..."aqui estoy", pero hoy no necesitas de su sombra, lo ves sombrío...parece un fantasma a lo lejos, desnudo...perdió su abrigo...
¿por qué te detienes? ¿por qué rompes su sosiego? ¿por qué lo miras sin ver?
Te ha visto pasar, te ha sonreído, ...pero no hay nada que ahora te pueda dar...
Sobrevivirá...clavará sus raices más hondo para no dejarse arrastrar por el viento, extenderá sus ramas muy alto para recoger las suaves caricias del ocaso que mantengan cálido el interior de su cuerpo, esperará protegido bajo su magullada corteza la llegada de otro amanecer.
Crecerán otra vez sus hojas, volverá a dar cobijo y abrigo. Dejará que habiten de nuevo en su copa, oirá cientos de historias contadas a sus pies...no estará solo...duerme...descansa...
Sabe que ese es su destino...ser y no ser...su amanecer y su ocaso...una y otra vez


No hay comentarios:

Publicar un comentario